Una leccion aprendida
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Una leccion aprendida
Una mujer y su esposo, ya grandes y con arrugas estaban en sus casas, el frió congelaba a toda persona que saliese de su caliente y acogedora casa. PUM PUM PUM la puerta golpeo, la mujer llamada Ana abrió la puerta, fuera había un hombre, con poca ropa, ¡Ropa de verano¡ con el frió que hacia, estaba congelado, de pronto se desplomo sobre el suelo, le vistieron, calentaron y le dieron de comer, a la mañana siguiente se fueron a comprar unas cosas a la ciudad, porque me estaba olvidando de contarles que vivían en el campo, si con muchos animalitos, pero por desgracia no tenían mucho dinero.
Pasaron los meses y empezaron de querer al hombre como el hijo que nunca tuvieron, porque nunca tuvieron ninguno, ni hijo, ni hija [creo que quedo bastante claro ya no que no tuvieron hijos, pero se nota que la autora no saben que lo que lean esto la entenderán igual] Como les decía, y creo que esta ves sin interrupciones, lo empezaron a querer, cada día mas, pero un día que la mujer y su esposo [ o el hombre y su esposa] se fueron a la ciudad a vender sus cosillas como de costumbres, pero al chico que digamos que se llama mmm Franco [le diremos Fran] no creo que le gustara que le digamos chico.
Bueno como les decía Fran se le ocurrió algo malo, malévolo muy muy malo se dijo asi mismo:
-mmm tienen muchos pollitos, si me agarro alguno y los vendo no se darían cuenta-
Bueno el fue, agarró unos pollitos y los vendió. Cuando la mujer y su esposo regresaron le preguntaron – Nos faltan algunos pollos, no sabes que les a pasado-
Y el pícaro contesto –NOO, seguramente se lo llevo el zorro- no muy convencidos se fueron a la cama.
Y como paso esto con los pollitos paso con las vaquitas, los cerditos que chillaban como locos etc. Asta que un día se llevo al potrillo el hombre y su esposa le preguntaron lo que paso, pero no muy convencidos por su respuesta se le ocurrió una cosa.
Al día siguiente lo llevaron a la iglesia y le dijeron –Anda confesate-
Y Fran al ver que el lugar estaba vació y no tenia ninguna escapatoria les dijo como gran mentiroso que es – No porque me duele la panza- y ellos respondieron
- bueno eso no es mucho problema-
Fran – No pero me duele también las piernas, y no me podré arrodillar-
Viejitos – Bueno le decís al cura que no podes arrodillarte y te quedas parado-
Fa –Pero me duele la garganta no puedo hablar- tocio y hablo bajo
Vi –Bueno lo escribís en un papel-
Fran al ver que no había escapatoria fue y se confeso, el cura le dijo que le diga lo que iso pero el con mala cara y caprichoso dijo – NO NO NO, yo no le digo nada, porque luego me hacen cha cha cha- después de una larga charla decidió contarles.
Cuando volvían les contó todo lo que había echo muy avergonzado, los viejitos rieron – ¿No están enojados?, después de todo lo que les hice-
-Claro que no, nosotros ya lo sabíamos, y te perdonamos-
Y vivieron muy feliz el como un hijo para ellos y ellos como unos padres para el, y como veo que a la autora no se le ocurre nada mas esta historia a llegado a su fin….
Pasaron los meses y empezaron de querer al hombre como el hijo que nunca tuvieron, porque nunca tuvieron ninguno, ni hijo, ni hija [creo que quedo bastante claro ya no que no tuvieron hijos, pero se nota que la autora no saben que lo que lean esto la entenderán igual] Como les decía, y creo que esta ves sin interrupciones, lo empezaron a querer, cada día mas, pero un día que la mujer y su esposo [ o el hombre y su esposa] se fueron a la ciudad a vender sus cosillas como de costumbres, pero al chico que digamos que se llama mmm Franco [le diremos Fran] no creo que le gustara que le digamos chico.
Bueno como les decía Fran se le ocurrió algo malo, malévolo muy muy malo se dijo asi mismo:
-mmm tienen muchos pollitos, si me agarro alguno y los vendo no se darían cuenta-
Bueno el fue, agarró unos pollitos y los vendió. Cuando la mujer y su esposo regresaron le preguntaron – Nos faltan algunos pollos, no sabes que les a pasado-
Y el pícaro contesto –NOO, seguramente se lo llevo el zorro- no muy convencidos se fueron a la cama.
Y como paso esto con los pollitos paso con las vaquitas, los cerditos que chillaban como locos etc. Asta que un día se llevo al potrillo el hombre y su esposa le preguntaron lo que paso, pero no muy convencidos por su respuesta se le ocurrió una cosa.
Al día siguiente lo llevaron a la iglesia y le dijeron –Anda confesate-
Y Fran al ver que el lugar estaba vació y no tenia ninguna escapatoria les dijo como gran mentiroso que es – No porque me duele la panza- y ellos respondieron
- bueno eso no es mucho problema-
Fran – No pero me duele también las piernas, y no me podré arrodillar-
Viejitos – Bueno le decís al cura que no podes arrodillarte y te quedas parado-
Fa –Pero me duele la garganta no puedo hablar- tocio y hablo bajo
Vi –Bueno lo escribís en un papel-
Fran al ver que no había escapatoria fue y se confeso, el cura le dijo que le diga lo que iso pero el con mala cara y caprichoso dijo – NO NO NO, yo no le digo nada, porque luego me hacen cha cha cha- después de una larga charla decidió contarles.
Cuando volvían les contó todo lo que había echo muy avergonzado, los viejitos rieron – ¿No están enojados?, después de todo lo que les hice-
-Claro que no, nosotros ya lo sabíamos, y te perdonamos-
Y vivieron muy feliz el como un hijo para ellos y ellos como unos padres para el, y como veo que a la autora no se le ocurre nada mas esta historia a llegado a su fin….
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